NeroGiardini fomenta la formación

"Siempre he sostenido la idea de que entre la escuela y las empresas existe un vacío que debe ser colmado. Y ésta es la tarea que nos corresponde a nosotros los empresarios; hay que dejar entrar a los jóvenes en nuestras empresas a través de institutos profesionales e invertir en la formación".

Enrico Bracalente

Centro de formación profesional “ARTIGIANELLI” Opera Don Ricci de Fermo

Curso de tres años de formación profesional aprobado y financiado por NeroGiardini

NeroGiardini promueve y financia el ciclo de formación
para conseguir la cualificación como operador para el calzado

Teniendo en cuenta el valor territorial y la formación de jóvenes, NeroGiardini ha creado junto al Centro de Formación Profesional “Artigianelli” Opera Don Ricci de Fermo, un curso de tres años de formación profesional de Operador de Calzados. Financiado completamente por la empresa de calzados, va dirigido a jóvenes de entre 16 a 18 años y tiene como objetivo principal, crear personal especializado que más tarde puedan formar parte de la misma empresa.

El curso está integrado dentro del área técnica profesional con más de cuatro áreas de referencia, como la de lingüística, científica, socio-histórico-económica y tecnológica; y ofrece una formación completa con finalidad laboral dentro de las empresas de calzado que forman parte del grupo NeroGiardini, ofreciendo así una oportunidad concreta para los jóvenes en edad escolar y valorando el ambiente local del calzado, icono del Made in Italy en el mundo.

La especialidad de “Operador del Calzado” conseguida por los estudiantes que hayan superado los tres años de estudio será reconocida a nivel regional y sobre todo, a nivel europeo. Durante el curso didáctico, los jóvenes madurarán créditos que les permitirá recibir tal reconocimiento. Claramente, todo esto constituye una alternativa a la laguna de oportunidades laborales que consterna Italia. De hecho, los técnicos instruidos, una vez finalizado el ciclo de formación, podrán encontrar puesto de trabajo dentro de la empresa que administra Enrico Bracalente, demostrando de este modo su postura de no querer abandonar Italia por otros lugares de producción donde la mano de obra cuesta menos. Este modo concreto de valorar el conocimiento artesanal y territorial es la base del éxito de un Made in Italy.

NeroGiardini tiene su guardería

NeroGiardini abre una guardería para satisfacer las necesidades de la familia y la conciliación de la vida laboral de los empleados de la empresa B.A.G. y de las empresas relacionadas con ésta. Se trata de un intento de responder a las exigencias abigarradas de los niños y de sus padres que ha llevado a la organización actual del servicio y responde no solo a quiénes tienen hijos pequeños sino también a los que tienen que dedicarse a los niños que van ya al colegio. Se usa el modelo pedagógico de autores como Elinor Goldschmied, Maria Montesori, Margaret Mahler. El modelo adoptado pretende poner al niño al centro de la vida del servicio haciéndolo lo más autónomo posible y protagonista de sus propias decisiones de juegos.

A los empleados se les ofrecen dos servicios diferentes: guardería, con horario 7.30 – 12.30 (niños de 3 a 36 meses) centro de agregación para niños y niñas, con horario 13.45 – 19.00 (niños de 3 a 10 años)

En la guardería hay 14 plazas disponibles, con la presencia de dos educadoras y en el centro de agregación hay 20 plazas disponibles, con la presencia de dos educadoras. Los niños pueden almorzar en la guardería donde el personal se ocupa de completar la cocción de la comida del plato precedentemente preparado por la familia.

Reconstrucción de la nueva iglesia de San Gregorio en L’Aquila

Gracias a la gran sensibilidad demostrada por el empresario Enrico Bracalente, la iglesia de San Gregorio, parte del municipio de L’Aquila entre las más afectadas por el terremoto del 2009, ha sido reconstruida completamente. Inaugurada en 2010, a casi un año de distancia del terremoto que azotó Abruzzo, la estructura cuanta con una superficie de 200 m2 y ha sido realizada en cemento armado y acero con techos de madera

El gesto que hizo que interviniera el empresario y su familia fue un llamamiento en televisión de la Hermana Mirella. Afectados por sus palabras, decidieron financiar todos los trabajos para que San Gregorio volviera a ser un lugar sagrado. La cifra que puso a disposición Enrico Bracalente resaltó de forma particular la cercanía del empresario a todo el pueblo y además, demostró su gran generosidad y nobleza de ánimo.

Para la reconstrucción, Enrico Bracalente se apoyó solo de empresas de Abruzzo, con el objetivo de sostener la economía local y dar nueva fuerza a las actividades de la región. La nueva iglesia se levantó a 100 metros del ya existente edificio histórico, destruido completamente por las sacudidas. El gesto del empresario de Las Marcas, que antepuso los hechos a las palabras, no solo dio esperanza a la población, sino que dejó una marca imborrable en la memoria de los habitantes de San Gregorio que aún hoy reconocen su enorme generosidad.